Finalizamos este año con una gran satisfacción. ¡No paramos! nadie sabía lo que nos deparaba este 2020 y a pesar de la pandemia, el aislamiento, el cierre de cárceles y todas las medidas de bioseguridad que tuvimos que aceptar, nuestro trabajo continúo sin interrupciones.
Aprendimos, crecimos y cumplimos metas que aún no esperábamos obtener, muchos de nuestros objetivos cambiaron y nos adaptamos a las necesidades de todos nuestros beneficiarios.
Las palabras de agradecimiento se nos quedan cortas, somos un equipo y una familia que trabaja con amor, pasión y compromiso a favor de los niños, niñas, jóvenes, adolescentes, familias, comunidades y privados de libertad.
«Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo qué vuestro trabajo en el Señor no es en vano».
1. Corintios 15: 57-58
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